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El dulce camino de María Brígida: jabones naturales y emprendimiento en Inchehuex

En el pueblo Popti´ de Inchehuex, ubicado en el municipio de Jacaltenango, departamento de Huehuetenango, se vislumbra una realidad compleja, entrelazada entre la migración masculina y las diversas situaciones económicas que enfrentan las mujeres. 

Por Angie Ross

La partida de los hombres en búsqueda de oportunidades en los Estados Unidos se proyecta sobre la comunidad, generando un escenario donde algunas mujeres encuentran estabilidad económica gracias a las remesas familiares, mientras que otras se ven obligadas laborar diariamente para sostener sus hogares.

María Brígida Camposeco Hernández, es una mujer de 41 años que decidió iniciar un negocio de jabón y shampoo hecho de productos naturales. Esta iniciativa además de ser una fuente de ingresos para su hogar, también es un acto de resistencia y empoderamiento económico.

Brígida, nos explica el recorrido de su negocio. Todo inició en el Programa Cooperativo para Prevención y Control Mosca de la Fruta Del Mediterraneo (Moscamed). En 2012, el programa se lanzó en el área de Huehuetenango, específicamente en Inchehuex.

Según la página de Moscamed, éste programa tiene como objetivos no solo proteger las cosechas y facilitar el comercio de productos hortofrutícolas, sino que también extiende su impacto en lugares como Huehuetenango. En esta región, organizan talleres sobre la elaboración de jabones y shampoo, comidas y cuidado de avispados a base de productos naturales..

María cuenta que fue en estos talleres que se les proporcionó productos para una demostración práctica de cómo fabricar jabón y shampoo, y ella quedó satisfecha con la capacitación recibida y lo veía como una forma para aportar en su hogar.

Junto a su familia —su padre, hermana y sobrina—, decidió invertir en la producción de jabones con miel. Para ello, adquieren los materiales necesarios en el mercado local de su comunidad. Brígida nos guía a través del proceso de fabricación de estos jabones, mostrándonos cuidadosamente cada paso en una pequeña maqueta. 

Ella añade miel pura con meticulosidad, y cuida con mucho compromiso a las abejas. Durante el invierno, se aseguran de alimentarlas adecuadamente, visitando el apiario para proporcionarles azúcar. Con el comienzo de enero, las abejas comienzan a acumular la miel, que será utilizada en la elaboración de los jabones.

"La primera vez que hice jabones con miel se vendieron mucho. Tal vez no sea una gran ganancia, pero al menos es algo que se obtiene, especialmente cuando no puedo salir al campo durante la temporada de lluvias". Además de dedicarse a la producción de productos naturales, también participa en diversas actividades. trabaja en el campo limpiando café y milpas, también teje perrajes, servilletas típicas y cargadores para bebés y chalinas.

A pesar de ser la única mujer involucrada directamente en estas actividades, María Brígida nos explica que muchas mujeres dependen de sus esposos que han migrado hacia los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Ella no cuenta con ese respaldo, por lo que ha encontrado un mercado local entre las personas de la comunidad que valoran y compran sus productos artesanales.

María ha convertido su pequeño emprendimiento en un proyecto en crecimiento. Actualmente, trabaja con la ayuda de su hermana y sobrina, y está explorando la posibilidad de ampliar su alcance. Su visión incluye la creación de empleo para otras mujeres, ya han enviado productos a la capital, a la espera de la respuesta de abrirse otros posibles mercados.