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María Chinchilla y su legado para las juventudes

El Día de la maestra y maestro se conmemora cada 25 de junio en Guatemala, en memoria de la educadora María Chinchilla, que no sólo marcó las páginas de la historia por su cruel asesinato durante una época oscura del país, también dejó un legado importante de organización social, defensa de los derechos educativos y participación política para las juventudes. 

Transcurría el año 1944. El país se encontraba sumergido en una creciente inconformidad social que alcanzó niveles críticos. El 22 de junio de ese año, fueron suspendidas las garantías constitucionales, una medida que solo intensificó aún más el malestar en la población guatemalteca. Tres días después, el 25 de junio, alrededor de 300 mujeres vestidas de negro tomaron las calles en una manifestación que clamaba por libertad, democracia y la renuncia del entonces presidente Jorge Ubico.

La profesora María Chinchilla, reconocida integrante de la Asociación de Maestras Católicas, fue una de las valientes organizadoras de esta protesta, que pese a las restricciones constitucionales,  buscaba mantener los derechos sociales que habían sido violados durante la dictadura ubiquista. La manifestación generó una gran tensión en el país.

En un acto de brutalidad y represión, las fuerzas de seguridad del gobierno respondieron disparando contra las mujeres manifestantes, resultando varias personas heridas y fallecidas. Entre las víctimas se encontraba la profesora María Chinchilla, que nunca dio un paso atrás en su compromiso y liderazgo en la lucha por la justicia y la libertad.

Este doloroso episodio marcó un antes y un después en la historia de Guatemala. La trágica muerte de María Chinchilla se convirtió en un símbolo de resistencia y en un recordatorio constante de las luchas y conquistas encabezadas por aquellas mujeres que se alzaron contra la opresión y lucharon por un país más justo para todas.

Según la pedagoga y docente Lenina García, María Chinchilla es "un referente para muchas de nosotras" debido a su participación en las movilizaciones de rechazo a la dictadura de  Ubico en 1944. Lenina también destacó que representa "la organización de  maestras y maestros y su indignación" por la violación de sus derechos y garantías constitucionales, como la libertad de expresión.

Durante el gobierno de Ubico, Lenina indicó que se vieron afectados "institutos públicos como el INCA y el Instituto Central para Varones", los cuales albergaban a numerosos estudiantes.

Además, el régimen también tuvo un impacto en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), limitando los derechos y la libertad de expresión de la juventud y la población en general. Esta situación generó "ese rechazo" generalizado en la sociedad.

María Chinchilla y las mujeres revolucionarias de 1944 fueron relevantes porque rechazaron "ese autoritarismo y esa violencia estatal" cometida contra la población. Su lucha y compromiso reflejan "ese papel de conciencia social que debemos tener las maestras y maestros", expresó Lenina. También señaló la importancia de no quedarse callados ante las injusticias, especialmente en el ámbito educativo, ya que existe "un compromiso también con la formación de las personas", explicó.

Fotografía: Eduardo Villalta

Una inspiración de resistencia 

Esperanza de León también es docente y pedagoga y expresa que la figura de María Chinchilla se convirtió en una influencia destacada para las educadoras del país, porque su impacto en la educación fue notorio, y su trágica muerte reveló la profunda necesidad de los cambios estructurales que necesitaba el país.

Además, el liderazgo de María fue una fuente de inspiración para otras y otros docentes, que la consideraron un modelo de esperanza y compromiso no solo con la educación, con los derechos en general. 

Sin embargo, a criterio de Esperanza a lo largo del tiempo, el propio sistema educativo ha contribuido al debilitamiento de la figura de la profesión, debido a la falta de financiamiento adecuado para la educación pública y la creciente sobrecarga de estudiantes por cada docente.

Esta situación ha llevado a que solo un reducido porcentaje de maestros mantenga la pasión y la capacidad de enfrentar los desafíos actuales. "Conozco a varios profesores con historias entrañables, que quizá no dieron la vida ante una bala disparada por el Estado, sino que la dieron permanentemente hasta que la voz se les fue acabando", reiteró Esperanza.

Para ella, María Chinchilla también se convirtió en un símbolo de dedicación y entrega por la educación; una vocación que, según señala en tiempos de desamparo, solo las verdaderas educadoras pueden mantener firmemente.

Resistir y persistir desde las juventudes 

Esperanza explicó que en un mundo donde la educación también ha sido afectada por la pandemia y donde el sistema educativo muestra disfunciones evidentes, es fundamental seguir promoviendo y protegiendo el derecho de las niñas a recibir educación. 

“Proteger las pocas formas alternativas de acceso a la información y formación como los institutos experimentales, el homeschooling, la educación extraescolar, a distancia y radial , deberían ganarse nuestras más férreas luchas.”, expresó Esperanza.

Aunque esperaba que la crisis sanitaria hubiera sido una oportunidad para cuestionar y transformar el sistema educativo existente, en muchos casos se ha optado por volver a la "normalidad" sin considerar las deficiencias y la necesidad de alternativas.

Por ello pide a las juventudes que se involucren en promover y proteger el derecho de las niñas a recibir educación,  ser críticos y cuestionar aquellas formas de enseñanza que ya no son sostenibles o que no garantizan un desarrollo integral. 

Además, fomentando el diálogo y la participación de todas las actoras y actores involucrados en el proceso educativo, desde las docentes hasta los padres, madres y la comunidad en general, para buscar soluciones y generar cambios significativos.

Esperanza dijo que las mujeres jóvenes pueden ser curiosas si tienen el privilegio de la lectura, el acceso a la información y cierto grado de libertad. “Si sienten algún grado de inconformidad con las realidades que vivimos, sepan que la redistribución del acceso a la información puede ser un gran paso para hacer la diferencia.”

“Si sienten que el fundamentalismo y las dictaduras están volviendo, sepan que para parar ese retroceso, hacen falta más como María. A la maestra María Chichilla a quien saludo y recuerdo nuevamente con sonrisa, porque de este lado de la existencia las docentes existimos y resistimos, como ella, con nuestras palabras, nuestros pasos y nuestras estudiantes”.

Tanto Lenina como Esperanza, coincidieron en señalar que María Chinchilla es un referente que recuerda que las mujeres históricamente han encabezado pronunciamientos en contra las dictaduras, contra el autoritarismo, y dejó el mensaje que las mujeres también tenemos una vocación por defender la paz y la igualdad. 

“María Chinchilla me recuerda que ser maestra implica tener esa vocación revolucionaria, esa vocación de servicio, y también implica no quedarse únicamente en las aulas impartiendo clases, sino salir a las calles, rechazar el autoritarismo y la violencia estatal, y soñar con un país mejor,”puntualizó Lenina., .