Foto: Eddy Zeta

Danisha Chimilio Ávila: los saltos gigantes de una atleta garífuna

La deportista garífuna Danisha Chimilio Ávila tenía solo 14 años cuando emprendió el camino de su natal Livingston hacia la capital de Guatemala para cumplir uno de sus más grandes sueños: convertirse en una atleta de salto. En el marco del Día Nacional del Pueblo Garífuna celebrado en Guatemala el 26 de noviembre, conversamos con ella para conocer su historia como mujer garífuna, la cual está llena de retos: la separación de su familia y su comunidad ha sido el mayor desafío. 

Por Violeta Cetino

Danisha Chimilio nació el 10 de abril de 2005. Es una de las cinco hijas de Rosario Ávila y Félix Chimilio y es originaria de Livingston, Izabal. 

Desde que se dedica a tiempo completo al deporte, Danisha entrena diariamente en las instalaciones deportivas del Campo Marte, a donde llega a pie y al finalizar la jornada, regresa a la residencia deportiva de la Federación de Atletismo, donde vive junto a otros atletas. 

En 2024, la atleta garífuna rompió el récord nacional de salto triple Sub20, el cual estaba vigente desde hacía 28 años, imponiendo una marca de 12.91 metros. 

En Guatemala, de acuerdo con datos del Proceso de Generación de Estadísticas con enfoque de Género, del Instituto Nacional de Estadística (INE) recabados en 2022, las mujeres garífunas representan el 0.1% de la población total del país (17 millones 843 mil 132 habitantes). Sin embargo, según nos comentó Danisha, ella es la única atleta garífuna federada en el país, lo que ansía que cambie con el tiempo, pues manifestó que sería maravilloso contar con más mujeres garífunas en el deporte federado guatemalteco.

En la capital, Danisha culminó sus estudios de educación media en un colegio privado. Este 2025, indicó, no estudió en la educación formal, únicamente se dedicó al entrenamiento, pero planea continuar con sus estudios universitarios el próximo año, específicamente para obtener una licenciatura en Deportes. 

¿Cómo te iniciaste en el atletismo?

Inicié en el atletismo gracias a una invitación de la entrenadora Dorothy (López Arriola), quien fue campeona nacional y centroamericana de martillo. Ella me vio corriendo una maratón por parte de la escuela, llegué de primero y me dijo: “Danisha, usted tiene que ir a entrenar, usted es súper buena, le ganó a todas las grandes”. 

Entonces le dije a mi papá y él me llevó a entrenar el primer día. Yo entrenaba patinaje y básquet, pero siempre me lastimaba y me gustó mucho el atletismo. Pasé entrenando con ella un año, luego pasé a entrenar con Carlos Blanco y con él entrené hasta el 2019.

En 2018 fueron mis primeras competencias nacionales en Zacapa, quedé en tercer lugar, y en 2019 participé en un ranking nacional, también en Zacapa y allí fue donde mi actual entrenador (el cubano Raúl Terry) me vio y me preguntó si yo quería venir a la capital. Le respondí que sí quería venir, pero que debía decirle a mi papá.

Carlos Blanco dijo que no había problema, que él hablaría con mi papá. En 2019, vine a un campamento para foguearme y participar en los (Juegos) Centroamericanos que fueron en El Salvador, alcanzando el cuarto lugar en salto triple, salto largo y salto alto. Allí empezó mi vida deportiva a tiempo completo. 

Danisha Chimilio Ávila tiene 20 años y practica de lleno el atletismo desde que tenía 14. Foto: Eddy Zeta

¿Cuál es la disciplina que practicas dentro del atletismo y en qué consiste?

El salto triple y el salto largo. El salto triple consiste en tres facetas a la hora de saltar, derecha, izquierda y a la fosa en la arena. El salto largo es con un solo pie, haciendo péndulo hacia la arena. 

¿Qué significa para ti ser una atleta garífuna en Guatemala?

Representa demasiado para mí, pues soy la única garífuna representando a la cultura en el deporte. Me gustaría que no solo fuera yo, que hubiera más atletas mujeres garífunas haciendo deporte, no necesariamente atletismo, sino otro deporte, porque en el deporte no hay ninguna negrita más que no sea yo. 

¿Has vivido algún tipo de discriminación por ser una mujer garífuna? ¿Cómo lo has enfrentado?

Gracias a Dios, desde que inicié este deporte, no. Pero anteriormente sí, en la escuela, en Livingston. Mis compañeras de grado me molestaban, solo habíamos dos niñas garífunas en el aula, las demás eran blanquitas. Yo era muy flaquita y me miraba súper vulnerable. La escuela donde estudiaba era solo de niñas, y las chicas siempre me molestaban por mi peso, por la forma en que me vestía, por la forma en que hablaba, me jalaban del pelo, me encerraban en el aula, en los baños, pero logré salir de eso con el apoyo de las maestras. 

La ayuda de mis papás fue clave, ellos siempre me decían: “Siempre sos tú, no le tienes que hacer caso a las demás personas. Esas personas puede que te molesten por envidia, no es necesario que alguien tenga mucho para que a una persona le tengan envidia. Puede ser que en sus casas no tengan un buen trato y que la frustración que ellas tienen, la van a soltar con otros chicos en la escuela o en otro lugar”. 

¿Cómo consideras que se puede superar el racismo que enfrentan las mujeres garífunas?

Hay mucho racismo contra las mujeres garífunas. No me ha pasado a mí, pero se puede enfrentar siendo una misma y diciendo: “Soy negra, donde sea, donde llegue”. Ser fuerte mentalmente y psicológicamente para que no sufra mucho con eso. 

¿Cómo crees que el Estado puede superar el racismo y el sexismo en el deporte?

Teniendo reglas claras. Desde que inicié en el deporte ha prevalecido la disciplina, saber convivir todos en comunidad. Estar en el deporte y estar en la escuela ha sido totalmente distinto, porque aquí no se permite el racismo, la disciplina siempre va de la mano.

Danisha Chimilio Ávila entrena todas las mañanas en el Campo Marte junto a otros atletas. Foto: Eddy Zeta

¿Cuáles han sido los principales logros que has obtenido en el salto largo? 

El primero, ganar mi primer centroamericano. Yo gané salto largo y otra compañera, el salto triple. Fue una experiencia muy bonita porque fueron los primeros Juegos Centroamericanos donde quedé campeona, en Nicaragua. 

¿Qué retos has debido enfrentar para alcanzarlos?

Mi más grande reto fue dejar a mis papás en Livingston, dejar a mi familia. 

Tu familia reside en Livingston, de donde eres originaria, y tú en la residencia deportiva, en la capital. ¿Qué implica vivir lejos de tu familia y comunidad? 

Fue muy difícil dejar a mi familia en Livingston, pero ha valido la pena para venir a cumplir mis sueños. Ese sueño inició desde el día que me hicieron la invitación para ir a entrenar, empecé a seguir muy de cerca a los atletas que estaban aquí, también atletas de Livingston y de Puerto Barrios, yo era su fan. 

Al venir a la capital, fue, ¡guau!, porque estaba viviendo con ellos, me sentaba en la misma mesa donde ellos comían, entrenaba con ellos, con su entrenador y me dije; “Los sueños se cumplen”.

¿Cómo sobrellevas el distanciamiento?

Todos los fines de semana era lo más difícil para mí, porque me ponía a llorar por mis papás y pasé lejos el primer cumpleaños de mi mamá, que es el 16 de noviembre, y yo me había venido para acá (a la capital) el 13 de noviembre de 2019. Ese día lloré mucho, no quería estar lejos de mi mamá, menos en su cumpleaños. Pero me animaba diciéndome: “No, es por algo, es por algo”, y logré mi primer centroamericano juvenil en El Salvador. En las tres pruebas en las que participé mejoré un montón, quedé en cuarto lugar y me decía: “Vale la pena dejar a mi familia”.

En 2020 regresé a la capital luego de un tiempo que pasé con mi familia, siento que fue más difícil porque ya era dejar a mi familia y cumplir mis sueños, fue difícil pero aquí estamos. 

¿Qué te ayudó a sobrellevar la tristeza y demás emociones que causaba el distanciamiento con tu familia?

Las palabras de mi papá me ayudaron demasiado, él desde chiquito salió de Livingston para venir a jugar fútbol. “Mija, tú puedes lograr el sueño que tenés de llegar a ser alguien en este deporte”, me decía.

¿Quién te inspira a continuar con esta disciplina deportiva?

Me inspira demasiado mi amiga Estefany Cruz, ella también fue atleta de salto triple y salto largo. Este año ella me ayudó mucho porque lo inicié súper mal. Le agradezco mucho las palabras que siempre me ha dado y porque nunca me ha dejado sola.

¿Tienes a alguna figura del atletismo a quien admires? ¿Por qué?

A mi amiga y exatleta Estefany Cruz, y a Mariandré Chacón, campeona centroamericana de 100 metros y 200 metros y que nos representó en los Juegos Olímpicos. Admiro su potencial y que nunca se rinde. 

¿Cómo prevés tu participación en los Juegos Olímpicos 2028?

Lo estoy soñando, y primeramente Dios y de la mano de mi entrenador y mi equipo de trabajo, sé que podemos llegar. 

El salto largo y salto triple son la especialidad de Danisha Chimilio Ávila.  Foto: Eddy Zeta

¿Cómo te fue en los XII Juegos Centroamericanos?

El objetivo principal era quedar campeona centroamericana y gracias a Dios lo logramos, quedando en primer lugar en salto triple y en tercer lugar en salto largo.

Fue una experiencia sumamente bonita y especial, lo venía soñando. Una de las metas era saltar los 13 metros y se logró, estoy sumamente emocionada y feliz por el resultado que tuve en el salto largo.

¿Qué expectativas tienes para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026?

Gracias a Dios ya estoy clasificada. Seguir mejorando mi marca para entrar definitivamente a los juegos, quedar en uno de los mejores lugares y dejar en alto a Guatemala y a mi comunidad garífuna. 

El 26 de noviembre es el Día Nacional del Pueblo Garífuna. Desde tu experiencia de vida, ¿qué aportes consideras tú que el pueblo garífuna le ha dado a Guatemala?

Le ha dado cultura, las trenzas, que vienen desde África; los platillos, la machuca, la frita, la comida garífuna; el baile, la punta y los cantos. Yo no hablo garífuna, pero son muy bonitos. 

¿Quisieras mencionarnos a algunas mujeres garífunas guatemaltecas que han aportado a tu crecimiento y a tu comunidad?

Sí, seño Dorothy López y seño Sunny Castillo. Sunny fue mi maestra en la escuela y es mi tía, es mamá del atleta de patinaje, Faberson Bonilla. Ella siempre se ha acercado a hablarme y desde que estuve en la escuela me apoyó mucho. 

Foto: Eddy Zeta

Puedes ver la entrevista aquí https://youtu.be/Kpm-sg5ViL4?si=A8jK_lu8CMt2ubF1

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