Lucrecia Hernández Mack: La brújula de la ética bien calibrada   

Este miércoles 6 de septiembre se despide del plano terrenal una mujer valiente con una trayectoria profesional y política que inspiró a muchas personas. Lucrecia tenía 49 años de edad, era diputada de la bancada del Movimiento Semilla en el Congreso de la República, profesional médica y cirujana, además madre de dos hijos.

Con información de Andina Ayala y Paolina Albani

Lucrecia Hernández Mack, será recordada por sus distintas facetas y aportes a la sociedad guatemalteca, desde muy chica le tocó asumir una pérdida y a la vez una lucha fuerte por esclarecer el asesinato de su madre, la antropóloga Myrna Mack, perpetrado por agentes del gobierno cuando ella apenas tenía 16 años de edad en 1990.

Al llegar a la adultez, se graduó como médica física, obtuvo una maestría en Salud Pública y un posgrado en Medicina Social. Fue consultora de la Organización Mundial de la Salud y trabajó para instancias como PNUD, USAI y para Medicus Mundi Navarra y fundadora de diferentes instituciones como: el Instituto de Salud Incluyente (ISIS) y de la organización que lleva el nombre de su madre: Fundación Myrna Mack.

En 2015 adquirió presencia al formar parte activa de las protestas de ese año. En 2016 fue nombrada ministra de Salud en el gobierno del expresidente Jimmy Morales. En donde implementó el Modelo Incluyente de Salud (MIS) como parte de la política pública con el que proponía que, por primera vez, se tratara a las personas no solo por problemas de salud, sino explorar otras causas como la familia, la comunidad y las creencias.

Estuvo en funciones solamente un año y dos meses de los cuatro que dura un periodo de gobierno, durante su paso por la institución recibió ataques y cuestionamientos, señalándole de contratar a sus amigos para desempeñar cargos dentro del ministerio. Con su renuncia posicionó su rechazo a la decisión del gobierno de expulsar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad, haciendo eco de miles de voces ciudadanas y pro derechos humanos que vieron en CICIG, un periodo de efectividad de la lucha anticorrupción

Mujer política 

A sus 42 años, Lucrecia formó parte del equipo fundador del Movimiento Semilla, un incipiente grupo de académicas y profesionales de distintas ramas y edades que se aglutinaron, primero, para hacer análisis de la coyuntura, y que posteriormente emprendieron su camino como un partido político, con el que cuatro años más tarde obtendrían siete diputaciones dentro del Congreso de la República de Guatemala.

Para el año 2020, Lucrecia Hernández Mack, abiertamente feminista y madre de dos jóvenes universitarios, se había convertido en diputada por el Movimiento Semilla del listado nacional y junto a sus compañeros continuaría promoviendo iniciativas de ley para mejorar el sector salud, el rescate del estado y la recuperación de las instituciones.

Impulsó iniciativas como: la Ley de Farmacias Públicas, la Ley del Sistema de Seguridad Alimentaria, la Ley del Seguro Temporal para atención al Covid-19, y la “Ley para la Atención Integral del Cáncer”.

La brújula ética 

“Hay que tener bien calibrada la brújula ética”, es una de las frases que más han recordado sus seres cercanos y compañeros de partido, quienes la definen como una de las mejores líderes de las nuevas generaciones.

Valiente y fuerte, trabajó durante la novena legislatura, al mismo tiempo que afrontó cáncer de ovario diagnosticado el año 2020. Mack, fue de las primeras mujeres políticas en visibilizar los debates del Congreso en las redes sociales, así como en denunciar que los planes de vacunación para la Covid-19 del gobierno eran excluyentes para poblaciones rurales. 

En el Congreso le fue concedida una licencia para tratar en cáncer y en marzo del año 2021, anunció que había sido sobreviviente de la enfermedad.

Legado

Hernández Mack, se había definido como una mujer fuerte y determinada, algo que aprendió de su familia materna, es una de las pocas políticas influyentes que sostuvo por treinta y tres años la lucha por la memoria histórica a través del legado y vida de su madre, por quien en múltiples ocasiones se fotografió con claveles rojos en sus manos.  

Una mujer que se hizo política también por su compromiso social y político a favor de la salud y que su paso por el Congreso no se extendió más allá de los primeros cuatro años, pues no buscó su reelección.

Una mujer que en sus redes sociales, se dejó ver como amante de la naturaleza y de la vida, orgullosa de sus hijos universitarios y amorosa con ellos, con quienes compartió diversas aventuras al aire libre y cariñosa con sus gatitos. Crítica del sistema y de la corrupción, con humor sarcástico ante la política nacional.

 Descanse en paz doctora Lucrecia Hernández Mack.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres. Mantener la memoria VIVA de casos históricos como el Caso Molina Theissen, el caso de las abuelas de Sepur Zarco y el Caso de las 56 niñas en el Hogar Seguro Virgen de La Asunción. Un espacio sembrado y formado con miradas feministas, comunitarias y sobretodo resilientes ante la violencia contra las mujeres en el mundo. En noviembre de 2018 accedimos a un pequeño fondo del Fondo de Acción Urgente - FAU, en un encuentro entre activistas, abuelas, jóvenes, indígenas, mestizas, brujas, chamanas, ancestras, sanadoras y defensoras del territorio de Abya Yala en Paraguay, nos dimos cuenta de la necesidad de cómo y porqué visibilizar esas luchas históricas de las defensas de los territorios por las mujeres y trascender de lo nacional a lo continental, colocarles nombre, historicidad, palabra, amor, ternura, arte y sobretodo una memoria viva que mantenga presentes nuestras luchas en el mundo y la era digital, pero que también nos llevó al camino de reencuentro consciente con nuestros cuerpos y territorios personales como fundadoras de la revista.

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