Nos queremos libres: especial periodístico en tres capítulos.
Nos queremos libres es un especial periodístico de investigación que cuenta, en tres capítulos, las historias de mujeres que fueron criminalizadas tras trabajar en casos de alto impacto en Guatemala. En el primer capítulo de este especial ellas contarán su historia, algunas desde el exilio, otras en medio de procesos judiciales espurios vigentes. Yo sí te creo hace una referencia directa a la sororidad feminista que las ha sostenido entre sí y a la que apelamos desde el periodismo que ejercemos en Ruda para contar sus historias.
Nos queremos libres es un especial periodístico de investigación que cuenta, en tres capítulos, las historias de mujeres que fueron criminalizadas tras trabajar en casos de alto impacto en Guatemala. En el primer capítulo de este especial ellas contarán su historia, algunas desde el exilio, otras en medio de procesos judiciales espurios vigentes. Yo sí te creo hace una referencia directa a la sororidad feminista que las ha sostenido entre sí y a la que apelamos desde el periodismo que ejercemos en Ruda para contar sus historias.
artículos
Por Nancy Martínez Rodas
El Ministerio Público y varios jueces -hombres la mayoría- añadieron a la venganza contra las personas que los investigaron, a ellos y sus patrones políticos, el odio misógino contra operadoras de justicia, juezas, fiscales, abogadas, activistas y periodistas.
Las mujeres nos hemos enfrentado históricamente a la sospecha, a la vigilancia permanente y a todo tipo de castigo. Cuando nosotras controlamos nuestros cuerpos, nuestras actividades reproductivas y el conocimiento, ha implicado que recibamos todas las formas de violencias posibles. Por eso seguimos luchando.
Las mujeres con voz pública y con incidencia son víctimas de violencia política digital, ante un Estado incapaz de protegerlas. Según estudios realizados en Guatemala, los ataques digitales son dirigidos por grupos de poder a través de net centers.
La denuncia de la cantante Belinda por violencia digital y mediática contra el cantautor Lupillo Rivera ha puesto en los reflectores el papel fundamental en la protección de las víctimas de violencia digital en Latinoamérica. Aquí te contamos cuáles son los tipos de violencia digital más frecuentes y cómo afecta a las mujeres en cualquier ámbito que se desenvuelven.
En Guatemala, la violencia no se detiene en las calles. También habita en los celulares, redes sociales y espacios virtuales donde, bajo la idea de que “solo es internet”, se reproducen agresiones reales que dejan daños profundos y duraderos. Frente a un país que carece de marcos legales claros y mecanismos de justicia eficaces, la colectiva No + Violencia Digital surge como un espacio de acompañamiento, denuncia y acción comunitaria.
En Argentina, con la llegada de la ultraderecha de la mano del presidente Javier Milei, la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo se han deteriorado. El propio Gobierno justifica el ataque directo físico y virtual. El 19 de noviembre, el Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires y otras organizaciones denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la política de ataque sistemático y planificado contra periodistas y trabajadores de prensa.
La narrativa de que existe una prevalencia de falsas denuncias se alimenta de prejuicios antiguos y profundamente misóginos. El discurso promueve que el aumento de denuncias por violencia de género es “artificial” e impulsado por mujeres que mienten, exageran o manipulan a sus hijos e hijas. Lo grave es que esta narrativa encuentra un correlato en instituciones estatales, el legislativo e incluso en influencers que venden la idea de una persecución sistemática contra los hombres.
Las escuelas son espacios que nunca han sido inmunes a la violencia, ejercida por personal docente y alumnado. La implementación de herramientas digitales, aunque inconmensurablemente útiles en la formación educativa, en muchos casos amplifican el alcance e impacto de estas agresiones.